En la era digital actual, el uso de las nuevas tecnologías y las redes sociales, se ha vuelto imprescindible en la vida de las personas, tanto en el ámbito privado, académico y laboral. Según cifras de Digital 2023: Global Overview Report realizado por Meltwater y We Are Social, actualmente hay 5.160 millones de usuarios de Internet en el mundo. De esta cifra, 4.760 millones de usuarios de redes sociales en todo el mundo, lo que equivale a poco menos del 60 % de la población mundial total.
Si bien, cada vez son más personas que pueden acceder a Internet y sacar el máximo provecho a este servicio en su día a día, esta red global también ha originado una serie de conductas autodestructivas en algunos usuarios, más conocidas “autolesiones digitales”, las cuales son una amenaza para la salud física y mental.
¿Qué son las autolesiones digitales?
Este fenómeno se refiere a la publicación, el envío o el intercambio anónimo en línea de contenido hiriente o dañino sobre uno mismo. Por lo general, las personas que se autolesionan digitalmente presentan síntomas como baja autoestima, estrés, depresión, ansiedad, trastornos alimentarios, aislamiento social, entre otros problemas psicológicos. Por ello, esta conducta autodestructiva está relacionado con un trastorno de ánimo crónico y de personalidad.
Formas de autolesiones digitales
A diferencia de una autolesión física en la cual una persona busca lastimarse el cuerpo y provocarse dolor, la autolesión digital es una conducta más elaborada y compleja, ya que una persona no lo realiza de un momento a otro. Entre las formas más comunes que un individuo exterioriza este comportamiento tenemos:
Crea perfiles anónimos, diferentes al suyo, y desde dichas cuentas, deja comentarios desagradables o realizando algún ataque de sí mismo.
Comparte información personal o sensible, imágenes o videos perturbadores o violentos a través de las redes sociales.
Participa en discusiones en línea, empleando insultos.
Lamentablemente, este fenómeno se manifiesta principalmente entre jóvenes, adolescentes y niños. De acuerdo con el estudio Digital Self Harm Among Adolescents realizado por Justin Patchin, codirector del Centro de Investigación sobre el Ciberacoso de la Universidad de Wisconsin, en Eau Claire, indico que el 6 % de los estudiantes de secundaria y preparatoria se han involucrado explícitamente en un comportamiento de autolesión digital.
Consejos para prevenir las autolesiones digitales
Aunque esta conducta puede resultar un poco absurda, es necesario prestarle atención, ya que puede tener efectos duraderos en la salud mental y física de una persona. Como bien señala el Dr. Andrey Sindeev, psiquiatra y docente de la Maestría en Gestión en Salud de la Escuela de Posgrado Wiener, detrás de las autolesiones digitales, existe un trastorno de ánimo crónico y de personalidad.
Con el propósito de garantizar un entorno online seguro y saludable, a continuación, te presentamos algunas recomendaciones para evitar caer en este fenómeno digital:
Reflexione antes de publicar. Pregúntate si el contenido que compartirás será incómodo para otras personas y si podría causar algún tipo de daño en ellas.
Establece un horario. Evita pasar mucho tiempo en línea, ya que permanecer más de lo habitual aumenta la probabilidad de adoptar este tipo de comportamiento. Accede a Internet cuando sea realmente necesario para tu vida, tanto en plano personal, académico como laboral.
Desconéctate. Tomar un tiempo libre de la tecnología y dedica tiempo a otras actividades fuera de línea, como hacer deporte, leer un libro, viajar, etc.
Comunícate con los demás. Si sientas que eres víctima de ciberbullying, o tengas alguna inquietud del mundo digital, no dudes en conversarlo con persona de tu confianza, como por ejemplo, un familiar o amigo cercano. Lo mejor es buscar ayuda.
Lee las políticas de privacidad. Revisa este documento, tanto de los sitios web como aplicaciones, para que puedas saber cómo se utiliza tu información online.
Sé amable. Promueve el respeto, la tolerancia y empatía. Recuerda todos tenemos puntos de vista diferentes a los demás.
Ignora comentarios negativos. Si recibes muchas críticas en tus redes sociales, no te lo tomes personal. Recuerda que en todas estas plataformas, como Twitter, existen cuentas falsas, bots, haters y trolls. Además, ten presente que cuando uno tiene presencia digital, podrá contar tanto con aliados como de detractores.
Utiliza herramientas de ciberseguridad. Para mantener protegido tu información y tus dispositivos tecnológicos (ordenador, laptop, smartphones y tablets) de posibles amenazas, no dudes en instalar programas de antivirus.
Infórmate sobre los riesgos de Internet. Tener conocimiento sobre las tendencias y peligros en línea, te ayudará a estar preparado y tomar acciones claves para prevenirlos y que no ser víctimas de ellos.
Denuncia. En caso de que notes algún comportamiento violento o recibas una amenaza por parte de un sujeto en línea, repórtalo inmediatamente a las autoridades correspondientes.
Y tú, ¿estás listo para poner en práctica estas medidas preventivas? Recuerda que así como estamos informados de las nuevas tecnologías, también es importante ser conscientes de las amenazas y riesgos que presentan esta era digital.
A medida que los dispositivos tecnológicos evolucionan y se adaptan a las necesidades del mercado, crece su capacidad de almacenamiento debido a sus nuevas funcionalidades y por toda la información que guarda y genera el usuario.
De acuerdo con estimaciones de Statista, el volumen de datos generados en todo el mundo superará los 180 zettabytes en 2025, lo que supone un crecimiento medio anual de casi el 40 % en cinco años. De acuerdo conel portal de estadísticas online, los principales responsables de este «Big Bang» de datos serían el auge del IoT (Internet de las Cosas), el desarrollo de la 5G y las redes sociales.
Sin embargo, debemos prestar atención cuando la acumulación de datos es excesiva, ya que puede terminar convirtiéndose en un peligro para la salud del consumidor, llamado síndrome de Diógenes digital.
¿Qué es el Síndrome de Diógenes Digital?
Es la versión digital del Síndrome de Diógenes, trastorno de comportamiento que se basa en la acumulación de materiales, basura y desperdicios. Debido a la manera ‘inofensiva’ como se presenta en el estilo de vida de una persona, es difícil de diagnosticar y tratar a tiempo.
El síndrome de Diógenes Digital se caracteriza por la acumulación excesiva e innecesaria de archivos digitales (documentos en Word, presentaciones en PowerPoint, etc.), correos electrónicos, imágenes, videos, historiales, entre otros tipos de contenidos que son almacenados en dispositivos electrónicos como discos duros, smartphones, laptops y tablets.
Según una encuesta de TEKDI, Instituto de Marketing Digital de los Negocios, en el 2021 más del 70 % de las personas entre 25 y 50 años de edad no recuerda haber borrado archivos antiguos en el último mes. Asimismo, el estudio indicó que 9 de cada 10 les costaba diferenciar lo que querían conservar de lo que no necesitaban en sus tabletas o teléfonos móviles
Perfil de una persona con síndrome de Diógenes Digital
Por lo general, los usuarios que padecen el síndrome de Diógenes Digital suelen mostrar los siguientes síntomas:
Apego emocional hacia los archivos y contenidos digitales.
Dificultad para eliminar información que consideran útil o valiosa.
Incapacidad para gestionar su tiempo, organizarse y concentrarse en sus actividades diarias, tanto en el ámbito laboral como personal.
Suelen presentar estrés, angustia e incluso agresividad, cuando pierden algún contenido y no lo pueden recuperar.
Además de representar una amenaza para la salud mental, la acumulación excesiva de elementos digitales termina convirtiéndose en un obstáculo para la vida y el medio ambiente, ya que trae consecuencias a corto plazo, como por ejemplo, ralentización de dispositivos electrónicos, adquisición de nuevos equipos o servidores, inversión adicional de almacenamiento en la nube y en casos extremos, pérdida de datos.
Consejos para evitar y combatir el síndrome de Diógenes Digital
Si presentas alguno de estos síntomas antes mencionados, es más probable que padezcas de este trastorno. Pero ¡descuida! Para evitar que se agrave este hábito, te recomendamos cinco consejos para prevenir y combatir el síndrome de Diógenes digital.
Establece límites. Es importante ser consciente de cuánto tiempo y para qué hacemos uso de los equipos tecnológicos. Por ello, lo más recomendable es determinar un horario tanto personal como laboral para revisar las redes sociales, el correo electrónico, entre otras plataformas digitales.
Borra información irrelevante. Aprende a eliminar regularmente información de tus dispositivos que ya no es útil para ti, como por ejemplo, archivos, correos electrónicos, conversaciones, historiales, imágenes, videos y otros contenidos sin importancia. Un buen momento para deshacerte de este tipo de data es cada fin de mes.
Organízate. Una forma efectiva de prevenir el Síndrome de Diógenes Digital es organizar y ordenar tus documentos, archivos, apps en carpetas y subcarpetas. Esta medida no solo evitará que acumules contenidos innecesarios, sino también facilitará la búsqueda de información.
Utiliza herramientas de limpieza. Existen numerosas aplicaciones disponibles que pueden ayudarte a liberar espacio, ya sea en tus dispositivos como en la nube. CCleaner y CleanMyMac son algunas herramientas de limpieza muy eficientes que te servirán para eliminar archivos duplicados, temporales, así como desinstalar programas obsoletos.
Busca ayuda profesional. Si sientes que estás luchando contra el Síndrome de Diógenes Digital y no puedes controlarlo por tu cuenta, no dudes en acudir a un especialista. Los psicólogos y terapeutas pueden ayudarte a desarrollar estrategias efectivas para combatirlo y superarlo.
Como habrás notado, este trastorno es un problema cada vez más común en la sociedad, sin embargo, es responsabilidad de cada uno, si caemos en este hábito u optamos por mantener un equilibrio sano y saludable en la era digital.
En un mundo cada vez más digitalizado, la ciudadanía digital se ha convertido en una habilidad esencial para cualquier persona que quiera tener éxito en la era digital actual. Desde el manejo de la información personal y financiera en línea, hasta el uso efectivo de redes sociales y herramientas digitales e inteligencia artificial para el trabajo y la educación, la ciudadanía digital implica la capacidad de navegar y utilizar el mundo en línea de manera responsable, ética y efectiva. Es por eso que el proyecto liderado por los periodistas Juan Carlos Luján y Mayi Galarreta, el diseñador Glody Chirinos y el consultor Augusto Ayesta Astorne ha lanzado Prompt.pe, un centro de formación en línea que se enfoca en enseñar habilidades clave en comunicación y competencias digitales para la ciudadanía digital.
Prompt.pe cuenta con el respaldo de Trend.pe, SPMedia y SocialTrends, marcas relevantes en el ámbito de la comunicación en Perú. Además, el centro ofrece cursos en línea para el mercado hispanohablante, enfocados en áreas como la comunicación, marketing y publicidad. Algunos de los cursos que se ofrecen incluyen «Estrategias de marketing digital», «Redacción para medios digitales» y «Publicidad en línea efectiva». La variedad de cursos ofrece la oportunidad para que cualquier persona, independientemente de su nivel de experiencia en el mundo digital, pueda adquirir nuevas habilidades y conocimientos en línea con sus intereses y necesidades.
El concepto creativo detrás del centro es «Conéctate con tu presente digital«, reflejando la idea de que la educación en línea con Prompt.pe te ayudará a prepararte para un presente digital en constante evolución. “Al invertir en tu propia educación digital, puedes desarrollar habilidades y conocimientos para adaptarse, y prosperar en un mundo en línea en constante cambio”, comentó el cofundador Juan Carlos Luján.
Aprende sobre Inteligencia Artificial Generativa
El mundo digital en el que vivimos actualmente está en constante evolución, y las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, están cambiando la forma en que trabajamos, nos comunicamos y nos relacionamos en línea. En ese contexto, Prompt.pe invita a todos a su próximo taller titulado «Inteligencia Artificial Generativa para Todos”, que se realizará del 12 al 14 de abril. En este taller aprenderán sobre las posibilidades que ofrece la IA generativa y cómo aplicarlas en sus proyectos creativos y en diferentes disciplinas, como el marketing, la publicidad, la gestión de contenidos y las relaciones públicas. Visite prompt.pe para más información y para solicitar información.
Compromiso con la Ciudadanía Digital
Prompt.pe aspira a ser un líder en la formación de ciudadanos digitales y por eso se enfoca en enseñar habilidades prácticas para mejorar la comunicación y el desempeño en línea para la vida diaria y los negocios. Los cursos ofrecidos por el centro no solo están enfocados en la teoría, sino que también incluyen herramientas y técnicas prácticas para aplicar los conocimientos adquiridos en el mundo real. Además, el centro se enfoca en la enseñanza de habilidades para la ciudadanía digital, incluyendo la seguridad en línea, la privacidad y el manejo responsable de la información.
Es importante establecer una comunicación abierta con los pequeños. No hay que privarlos de entrar al mundo digital, sino guiarlos en el camino.
La pandemia aumentó el uso del Internet en los menores. Sin embargo, las nuevas tecnologías son un arma de doble filo: por un lado, ofrecen enormes ventajas para mejorar la educación o aportar nuevas formas de entretenimiento y, por otro, conllevan riesgos importantes a raíz de su mal manejo.
Es el caso del acceso a contenidos inapropiados para los pequeños (violentos, sexuales, ilegales, entre otros); la pérdida de privacidad, o la facilitación de información. En tal sentido, Ladislao Gallardo, especialista de Ediciones Corefo, ofrece seis consejos a los padres de familia sobre el buen uso de Internet con los más pequeños.
Supervisar sus acciones
Los niños son nativos digitales y consideran a los dispositivos como parte de sus vidas. Es por este motivo, que el nivel de supervisión en el entorno digital debe ser una prioridad.
Acompañarlos en el uso
Los padres deben mediar la experiencia digital de los menores, estableciendo los límites de acuerdo a la edad y necesidad de cada uno. Pueden recomendarles páginas que incentiven su creatividad.
Conciencia de los peligros de la red
La libertad de la red conlleva riesgos y peligros. “Los padres deben hablarles a sus hijos y decirles que tengan cuidado con quiénes aceptan en las redes sociales”, comentó Gallardo.
Asegurar el no acceso a contenidos negativos
La idea es que, durante el uso de navegadores, los niños no se encuentren con contenido ofensivo al buscar una temática. Hay que poner filtros parentales en la computadora.
Descanso
Se sugiere que por cada hora descansen unos 10 minutos para proteger su salud y, sobre todo, la vista.
Normas de comportamiento
Tener cuidado al redactar en foros y enviar correos. También, cuando publicamos algo en alguna red social. La gente se puede hacer una idea de cómo eres a partir de esto.
“Antes buscábamos a Google. Ahora Google nos busca a nosotros”, es una de las frases más potentes del libro que la economista y psicóloga social estadounidense Shoshana Zuboff publicó el 2019: La era del capitalismo de vigilancia. El concepto hace referencia a la mercantilización de los datos personales de usuarios de internet, es decir, en la transformación de información personal en una mercancía sujeta a la compraventa con fines de lucro.
“El capitalismo ha evolucionado a través de los siglos e incluso si hay algunos principios del capitalismo que siguen vigentes, toma diferentes formas y variables, de acuerdo a la tecnología y al estado de la sociedad. En nuestra época, en el siglo digital, se ha presentado una nueva forma de capitalismo, una nueva lógica económica y nueva manera de crear riqueza”, explicó Zuboff en una reciente entrevista para el canal de YouTube del diario argentino La Nación.
Para hacer la diferenciación más clara, definamos conceptos. En el capitalismo industrial, los propietarios de los medios de producción son los empresarios que, a través de una inversión, compran las materias primas y la estructura necesaria para la producción de bienes y servicios, y contratan mano de obra con este fin. El objetivo es colocar estos productos en el mercado, donde los clientes coinciden con los trabajadores. El medio sobre el que reposa todo el sistema del capitalismo de vigilancia, sin embargo, es la infraestructura digital. Las redes de internet, las tecnologías informáticas y las propias vidas humanas son los medios de producción imprescindibles para proveer datos personales, la auténtica materia prima del sistema.
“El capitalismo industrial, que dominó los siglos XIX y XX, es comprendido por la mayoría de personas. En el siglo XXI, el capitalismo está buscando una nueva fuente de materias primas que puede convertir en commodities. Y lo que encontró fue a nosotros: la experiencia humana. Empezó con Google. Nuestra experiencia humana se ha transformado en una materia prima gratuita de la que se pueden apoderar mediante procesos computacionales”, agrega Zuboff.
Esta experiencia se traduce en datos de comportamiento que se utilizan en todo tipo de cadenas de suministro -similares a los de cualquier fábrica- y son transformados en bienes que pueden ser vendidos.
“Por ejemplo, la pantalla de un video de YouTube es una cadena de suministro. Las aplicaciones, equipos de grabación y celulares son parte del ecosistema. Todos están recopilando datos de las interacciones que llevamos a cabo en línea y la llevan a las fábricas del siglo XXI: una fábrica computacional”.
La finalidad -el producto final- es combinar esos datos con la computación para hacer predicciones de comportamientos humanos futuros. Es lo que la autora llama productos de predicción. Y se venden a clientes comerciales en mercados que son capaces de emplear estos comportamientos humanos futuros para mejorar sus ventas, crear productos y servicios o revenderlos a otros intereses.
«El capitalismo industrial, con todas sus crueldades, era un capitalismo para las personas. En el de vigilancia, por el contrario, las personas apenas somos ya clientes y empleados, somos por encima de todo fuentes de información. No es un capitalismo para nosotros, sino por encima de nosotros», sentencia Zuboff.
Pero no se trata solo de una simple predicción de comportamiento. El capitalismo de vigilancia también es capaz de modificar el comportamiento y las acciones de las personas, para lograr un mayor beneficio económico. Zuboff vaticina una pérdida del libre albedrío en pos del lucro.
“En psicología se conoce como modificación del comportamiento. La idea es que puedes usar castigos y refuerzos, o premios, para programar las acciones y reacciones de alguien. Muy a menudo se trata de estímulos subliminales y la gente puede no darse cuenta de lo que está ocurriendo”, advierte la experta.
Esto está muy bien representado en la estrategia de la gamificación, que convierte cada experiencia de usuario, incluso en sitios web de compra o en apps de todo tipo, en una suerte de videojuego. Siempre encontrarás puntos, estrellas, rankings o calificaciones. Este tipo de recursos hace más amena cualquier experiencia online y te invita a pasar más tiempo en ella. A la vez, permite al software conocer más sobre tus preferencias y hábitos de consumo.
La otra clave reside en la gratuidad de estos servicios. Las apps gratuitas son el cebo, no un regalo que le hace una empresa magnánima. A través de ellas, comienza la extracción de datos, la acumulación de comportamientos que serán horneados para poner en bandeja un festín de predicciones listas para ser transformadas en dinero.