Hoy, las marcas han dejado de ser únicamente actores económicos para transformarse en agentes de cambio, asumiendo un rol activo en temas sociales, políticos y ambientales. A esto se le llama activismo corporativo, una postura relevante para muchos consumidores al momento de elegir una marca. Pero, ¿qué implica esta tendencia de gestión empresarial? Descúbrelo en esta nota.
En este post encontrarás
¿Qué es el activismo corporativo?
Es una práctica de gestión empresarial en la que las organizaciones adoptan una postura sobre temas sociales, políticos o ambientales, buscando generar un impacto positivo más allá de sus operaciones comerciales. De esta manera, una empresa transforma sus valores en acciones concretas para un futuro más equitativo y sostenible para todos.
De acuerdo con el estudio “Predicciones para 2032 de líderes de marketing” de Think with Google, la generación Z y los millennials están redefiniendo la conversación sobre la sostenibilidad, el género y la igualdad en el mundo, por lo que es y será clave que las empresas se preocupen por reflejar sus valores y comunidades, tanto en la práctica interna como externa.
Pros del activismo corporativo
Conexión emocional con los consumidores
Al adoptar una postura activa en causas sociales y ambientales, las marcas se humanizan y logran una conexión más fuerte con sus clientes. Las personas tienden a admirar y sentirse identificadas con las marcas que no solo venden productos, sino que también trabajan para generar un cambio positivo.
Mejora la reputación de marca
Una marca comprometida con la responsabilidad corporativa puede posicionarse como referente en sostenibilidad y justicia social, lo que refuerza su competitividad. Asimismo, una organización que tome una postura clara sobre cuestiones sociales y medioambientales genera mayor confianza y respeto entre los consumidores, a diferencia de aquellas que no toman acción.
Fomenta una cultura organizacional positiva
El activismo corporativo no solo impacta a los consumidores, sino que también promueve un sentido de propósito y cohesión dentro de la empresa. Al involucrar a los empleados en causas significativas, se fortalece el compromiso y la motivación, lo que fomenta un ambiente de trabajo más colaborativo y productivo.
Retos del activismo corporativo
Riesgo de ser percibido como oportunista
Si las acciones de una empresa no se alinean con sus prácticas internas o si se perciben como una táctica para mejorar su imagen, puede enfrentar críticas y perder la confianza de su comunidad y grupos de interés. Recuerda que el activismo corporativo debe ser genuino, no forzado, para evitar acusaciones de greenwashing o purpose-washing.
Costos y recursos elevados
Implementar una estrategia de activismo corporativo efectiva requiere inversiones sustanciales en diversas áreas, desde la adaptación de procesos operacionales hasta la implementación de prácticas más sostenibles. Estas inversiones pueden resultar costosas y, en ocasiones, complejas, ya que las empresas deben garantizar que sus acciones no solo sean consistentes con sus valores, sino también eficaces en su impacto social o medioambiental.
Posibles reacciones negativas o polarización
Abordar temas polémicos puede resultar en reacciones mixtas entre los consumidores. Mientras algunos apoyan la postura de la empresa, otros pueden sentirse alienados o en desacuerdo, lo que podría llevar a la pérdida de clientes. A su vez, puede llegar a generar divisiones entre el público, por lo que las marcas deben estar preparadas para gestionar la polarización que pueda surgir como consecuencia de su activismo.
Ejemplo de activismo corporativo
Día Internacional de la Mujer de Pilsen Callao
En 2019, en el Día de la Mujer, Pilsen Callao presentó una campaña disruptiva simulando el lanzamiento de una “Pilsen para mujeres”, con la finalidad de evidenciar el micromachismo de asociar la cerveza solo con hombres. La iniciativa generó debate y destacó la importancia de romper estereotipos de género. Con su mensaje “ellas no necesitan diferencias, necesitan igualdad”, la marca reafirmó su compromiso con la equidad y su rol activo en causas sociales.
Para Augusto Ayesta, CEO de Trend | Agencia de PR & Reputación, “el activismo corporativo puede fortalecer la reputación y conectar con las audiencias si es genuino y coherente con los valores de la empresa. Sin autenticidad, corre el riesgo de ser percibido como oportunismo, lo que puede dañar su credibilidad. Las marcas deben demostrar compromiso real y sostenido”.
Sin duda, el activismo corporativo representa una oportunidad para que las empresas contribuyan al cambio social. Sin embargo, este enfoque requiere autenticidad, coherencia y un compromiso genuino, ya que los consumidores actuales no solo valoran las buenas intenciones, sino también la consistencia y la transparencia en las acciones de las empresas.
Fuentes consultadas