¿Puede y debe una PYME aplicar el compliance en su gestión?

¿Puede y debe una PYME aplicar el compliance en su gestión?

El área compliance -o cumplimiento, traducido al español- dentro de una organización se dedica a la supervisión del respeto a toda normativa que rige a la empresa, ya sean regulaciones externas (como las legales y económicas) hasta reglamentos internos (como aquellos relacionados con los compromisos con cliente). Esta área actúa sin la necesidad de intervención de los órganos de asesoría legal a los que antes se les atribuía tales actividades, pues las regulaciones se han vuelto cada vez más complejas y requieren de un departamento específico para su asistencia.

El sistema de compliance se puede complementar con otras normativas que se orientan a la gestión empresarial como la prevención de riesgos laborales, la protección de datos, la competencia o la protección al consumo. Su implementación puede necesitar del apoyo de otras áreas. Por ejemplo, para desarrollar una herramienta de gestión de la evidencia de cumplimiento o para  elaborar el plan de comunicación interna, formación y gestión del cambio.

¿Qué debe contener y cuales son los objetivos de un programa de compliance? En primer lugar, debe contener todo el marco regulatorio que rige a la empresa, debe prever todos los riesgos propios de la actividad de que se trate, las infracciones y sanciones que deberá soportar quien las infrinja, y fijar como premisa fundamental, cuáles son los objetivos éticos que persigue la compañía.

Un poco de historia…

Los programas de compliance nacieron en Estado Unidos en las décadas de 1960 y 1970, pero en ese entonces se enfocaban únicamente en temas legales. Es recién para la década de 1990 que estos programas se estandarizan, generalmente luego de que grandes empresas hayan sobrevivido a escándalos de corrupción.

Esto obligó a que las empresas ampliaran sus departamentos de asesoría jurídica o que se decidieran por contratar a personas que vigilaran que las acciones de una compañía cumplieran con la legalidad vigente. 

Se trata de un instrumento de gran valor dentro de las organizaciones que evitará riesgos y potenciará la cultura empresarial. También permitirá la construcción de procesos legítimos, formalizará la presencia diferenciadora de la compañía en la industria, aumentará la lealtad de los empleados, el interés de las audiencias y el amparo del capital intelectual. 

¿Se puede aplicar a nivel de Pymes?

De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en el Perú, las pequeñas y medianas empresas (Pymes) conforman el 98,6% del total de las empresas. Así, representan el 75,9% de la población ocupada, su participación en el PBI es del 42% y contribuyen con el alrededor del 3% a las exportaciones.

La relevancia de las Pymes para la economía del país y el rápido avance que han experimentado en los últimos años -gracias a su modernización y desarrollo tecnológico- hace que también sea necesario aplicar los programas de compliance en estas organizaciones, aunque su implementación, obviamente, no puede ser idéntica al caso de las grandes organizaciones.

En términos básicos, una Pyme podría -y debería- verificar la identidad de las empresas con las que establezcan relaciones, como asociados, proveedores o clientes. Además, debería asegurarse de que estas empresas y sus administradores sean confiables, si se encuentran en algún listado de sanciones o si se ha publicado información negativa sobre ellos.

Si las Pymes no atienden estas cuestiones, podría suponer un daño para su reputación o incluso implicar una sanción, por ejemplo, al relacionarse con alguna compañía que esté siendo investigada por actos ilícitos o incluso haya recibido sanciones que le impidan contratar con el Estado. De darse el caso, su actividad comercial y sus resultados también se verían perjudicados.

Otra medida a considerar es la implementación de un canal de denuncia o canal ético. Este es un sistema interno de comunicación que pone una empresa a disposición de empleados, y opcionalmente, de terceros relacionados (socios, proveedores, clientes., etc.), para que estos puedan informar (de forma confidencial, segura y con garantías) sobre actos delictivos, incumplimientos o irregularidades de los que hayan tenido conocimiento y que contravengan el código ético de la compañía o sean contrarios a la normativa interna o externa aplicable a la empresa.

Tomar estas medidas no solo permitirá a la empresa evitar conflictos legales futuros, sino también mejorará su reputación y -a la larga- su desempeño a nivel comercial.

Si quieres saber más sobre cómo aplicar el compliance a nivel de Pymes, la World Compliance Association (WCA) ha preparado esta guía que puede ayudar a cualquier empresario a adaptar su organización a estos programas.