En algún punto para el desarrollo de un proyecto nos encontramos con la pregunta ¿cómo deberíamos iniciar el proyecto? Cada diseñador tiene su estilo propio, manías (muchas), incluso comida y música favorita cuando decide emprender un nuevo diseño. Por ello, a continuación, te detallo algunos aspectos que ayudan a formar un sano proceso de trabajo para darle orden y orientación a tu creatividad.
En este post encontrarás
Boceto previo, preparación y paso a digital
Muchas veces despertamos con una buena idea, otras estamos sentados en búsqueda de una y esto puede tomar buen tiempo, “ten calma” (esta frase la voy a repetir mucho). Siéntate luego de un buen desayuno o almuerzo y con lápiz y papel empieza por algún concepto básico, no importa si consideras que dibujas bien o mal, dibujar es un proceso que te ayuda a comunicarte mejor. Tal como se aplica actualmente con el uso de emojis para reforzar sentimientos e ideas en nuestras conversaciones escritas diarias, dibujar y garabatear te ayudará a darle claridad y fluidez a tus ideas.
“La creatividad llega pero tiene que encontrarte trabajando.”
Pablo Picasso.
Luego viene la preparación del contenido, que es un excelente hábito a desarrollar antes de pasar al armado digital del diseño.
Busca imágenes, ejemplos de combinaciones de colores y los elementos que usarás en el diseño así como algunas referencias (sin caer en la copia, obviamente).
Mi consejo es que empieces por el fondo o imagen de soporte. Ya sea para un poster o anuncio, debes pensar primero en qué soporte te ayudará a acelerar el proceso de diseño, ya que muchas veces tenemos una excelente imagen principal pero nos llevamos mucho tiempo al iniciar sobre blanco, para luego ver qué color o imagen podría combinar. Anticípate definiendo primero el fondo. Así, el paso a digital se hará más dinámico colocando tus elementos dentro de la composición.
Inconformidad, café y calma
Suele pasar que llegado un punto, luego de avanzar el diseño, no nos gusta el camino que éste ha tomado, “ten calma” (te dije que lo diría nuevamente) da un paso hacia atrás y descansa por un momento la mente. Darte un tiempo para despejar las ideas te ayudará a ser más objetivo y pensar con claridad los puntos que ayudarán a que el diseño cumpla con el objetivo visual planteado. El café o el té son tus aliados, una caminata breve o leer alguna revista, simplemente “déjalo ahí un momento”.
No temas pedir ayuda, a veces la opinión de otra persona te lleva a ver puntos que quizás no hayas considerado, procura tener alguien de tu entorno que valores profesionalmente como contacto de referencia.
Mejora en los resultados
Recuerda que todo proceso está sujeto a repetir resultados exitosos, para esto debes conocerte mejor como profesional, evalúa qué hábitos son constructivos, conoce los tiempos que te toma hacer los pasos de tu diseño para así poder llegar mejor a tus plazos de trabajo.
Cambia tu rutina para potenciar la creatividad, conoce a más profesionales de tu campo y conversa de manera directa con ellos. Ten paciencia y continúa dibujando, siempre es un gran ejercicio para la creatividad.
Observar, planificar y diagramar forman parte de los conceptos que desarrollo día a día, aprendiendo junto con mi equipo nuevas maneras de generar un impacto positivo en nuestros mensajes visuales. Cuento con experiencia en el desarrollo de infografías, lettering, ilustración digital así como post producción audiovisual.
